Nuestra bodega histórica se rehabilitó en 2019 siguiendo criterios de Conservación de Bienes Artísticos y Culturales

Al entrar nos asombra la altura de la primera estancia. Las grutas fueron horadadas con herramientas toscas de las que pueden verse las marcas, como el mazo y el cincel. La gran altura de la estancia principal con forma de bóveda sugiere la intención de crear algo bello.

Estas marcas dejadas por las herramientas utilizadas han permitido datar la antigüedad del habitáculo en más de 500 años.

Los enormes arcos de medio punto construidos en granito sin argamasa nos recuerdan a las estructuras romanas que parecen desafiar a la gravedad. También se aprecian arcos en las que no se requiere ningún tipo de refuerzo ya que han sido tallados literalmente dentro de una roca granítica de gran dureza.

Entre sus singularidades históricas destaca uno de sus dos aljibes: contiene siete escalones lo que apunta al pasado sefardita en el lugar histórico de Fermoselle.

Los siete escalones se construyeron muy probablemente para acceder a las “aguas vivas” de la Mikve, un lugar para las ceremonias de los ritos de purificación de los judíos.

Horadadas en las paredes también podemos encontrar hornacinas que en su día podían contener algún objeto ceremonial.

Durante el proceso de restauración de la bodega también se descubrió tallada en un sillar de la entrada lo que los estudiosos del pasado criptojudío consideran una hannuka (candelabro judío) invertida.

Los nueve brazos del candelabro figuran representados en la parte inferior del sillar y tienen forma semicircular. La base de esta hannuka arranca del brazo central y tiene como soporte simbólico dos signos en forma de cruz.

Nuestra bodega histórica se rehabilitó en 2019 siguiendo criterios de Conservación de Bienes Artísticos y Culturales

Al entrar nos asombra la altura de la primera estancia. Las grutas fueron horadadas con herramientas toscas de las que pueden verse las marcas, como el mazo y el cincel. La gran altura de la estancia principal con forma de bóveda sugiere la intención de crear algo bello.

Estas marcas dejadas por las herramientas utilizadas han permitido datar la antigüedad del habitáculo en más de 500 años.

Los enormes arcos de medio punto construidos en granito sin argamasa nos recuerdan a las estructuras romanas que parecen desafiar a la gravedad. También se aprecian arcos en las que no se requiere ningún tipo de refuerzo ya que han sido tallados literalmente dentro de una roca granítica de gran dureza.

Entre sus singularidades históricas destaca uno de sus dos aljibes: contiene siete escalones lo que apunta al pasado sefardita en el lugar histórico de Fermoselle.

Los siete escalones se construyeron muy probablemente para acceder a las “aguas vivas” de la Mikve, un lugar para las ceremonias de los ritos de purificación de los judíos.

Horadadas en las paredes también podemos encontrar hornacinas que en su día podían contener algún objeto ceremonial.

Durante el proceso de restauración de la bodega también se descubrió tallada en un sillar de la entrada lo que los estudiosos del pasado criptojudío consideran una hannuka (candelabro judío) invertida.

Los nueve brazos del candelabro figuran representados en la parte inferior del sillar y tienen forma semicircular. La base de esta hannuka arranca del brazo central y tiene como soporte simbólico dos signos en forma de cruz.

La bodega subsiste como ejemplo de sostenibilidad y respeto al medio ambiente

El aislamiento térmico natural es y perdurará como modelo de eficiencia energética. La bodega está creada para una renovación del sistema del aire natural que favorece la ventilación.